En nuestro país, el dolor y el sufrimiento causado por décadas de conflicto armado no pueden ser olvidados. Cada año, el 9 de abril, Colombia se une en un acto de memoria y solidaridad para honrar a las víctimas de este conflicto y para reafirmar nuestro compromiso con la construcción de la paz y la reconciliación.
Este día nos invita a reflexionar sobre las historias de aquellos que han sido afectados por la violencia, ya sea directa o indirectamente. Son millones de colombianos que han perdido a seres queridos, que han sido desplazados de sus hogares, que han sufrido torturas o que han vivido en medio del miedo y la incertidumbre. Reconocer su sufrimiento es el primer paso hacia la justicia y la reparación.
En nuestro colegio, nos unimos a esta conmemoración con el objetivo de promover la empatía, la comprensión y el respeto por la diversidad de experiencias que existen en nuestro país. A través de actividades educativas, reflexiones y momentos de encuentro, buscamos sensibilizar a nuestra comunidad sobre la importancia de la memoria histórica y el papel fundamental que cada uno de nosotros tiene en la construcción de un futuro más justo y equitativo.
Es fundamental que como ciudadanos y como institución educativa asumamos la responsabilidad de contribuir a la construcción de una cultura de paz. Esto implica no solo recordar el pasado, sino también trabajar activamente en la promoción de valores como la tolerancia, el diálogo y la inclusión. Solo así podremos garantizar que las generaciones futuras no repitan los errores del pasado y que podamos construir juntos un país en el que la convivencia pacífica sea una realidad para todos.
En este Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto, renovamos nuestro compromiso con la paz y reafirmamos nuestra convicción de que unidos podemos construir un país mejor para todos.
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